27 nov 2015

Un "No a la Guerra" cargado de cinismo, ambiguedad e hipocresía. #NoEnMiNombre

La primera noticia de ISIS en EL PAIS
Les disculpa por cortar cabeza de otro "opositor"
y les denomina "rebeldes sirios" y "camaradas"
Algunos, para desgracia nuestra, y, posiblemente, para desgracia general, en el aspecto internacional, estamos acostumbrados a remar contra la corriente, no sólo contra la dominante que fabrican las televisiones occidentales, sino también contra las "corrientes" -a veces desagües de impostura y corrección política- que transitan por la izquierda española.

Recuerdo 2011 y recuerdo lo que dije y escribí. Lo recuerdo como si fuese hoy. Ni siquiera tenía la deriva ideológica que tuve posteriormente. Entonces era un "rebotado", decepcionado con la socialdemocracia. Pero, pese a ello, desde el primer momento (y así lo expuse en su día, en este mismo blog) veía y denunciaba la brutal agresión imperialista que se estaba cometiendo contra el pueblo de Libia y contra Siria. Salí muchas veces a la calle, muchas, concentraciones en las que apenas éramos cuatro gatos. Tener que tragar todos los días con gente que defendía a los "rebeldes sirios" y "rebeldes libios" que, supuestamente, luchaban por la democracia. A pesar de que, ya entonces, se veía con claridad la mano de Occidente y que se estaba llenando la región de grupos yihadistas a los que, sin la menor desvergüenza, Occidente estaba armando y apoyando, directamente en unos casos, indirectamente en otros. Nunca ví, ni recuerdo haber leído a los que ahora, a un mes de unas elecciones, se transforman en adalides contra la guerra. ¿Dónde estaban entonces?

Y así siguió durante 2012 y 2013. Viendo como el apoyo a un Gobierno legítimo como el sirio se convertía en "apoyar a un dictador", y viendo como quienes apoyaban a los rebeldes, que ya entonces empezaban a cortar cabezas y comerse corazones de "infieles", presumían de ello bajo la defensa de la "lucha por la libertad" y defendían a esos mercenarios, llamados siempre "REBELDES", financiados por Arabia Saudi y armados en muchos casos por Occidente.

Viendo que algunos firmantes de los manifiestos de hoy, como el repugnante Gran Wyoming, usaba su programa para mofarse de Libia, mientras la población libia era masacrada y bombardeada, con el apoyo de su querido PSOE. Esa repugnancia hizo que dejase de ser, como había sido hasta ese momento, un seguidor entusiasta de su programa "El Intermedio". Imaginad mi cara de sorpresa cuando este personaje es uno de los firmantes del citado manifiesto contra la guerra. La mezcla de perplejidad, asco y rabia son indescriptibles.

Yo siempre he dicho NO A LA GUERRA, más concretamente, uniéndolo con un NO A LA AGRESIÓN IMPERIALISTA. Lo gritaba en 2003, con solo 20 años, lo grité en 2011, en 2012, en 2013 y en 2014. Eché mucho de menos, entonces, a algunos de los que saldrán mañana a la calle, en las protestas que se organizaron cuando Libia y Siria eran infestadas de mercenarios pagados, con un claro sesgo salafista y tafkirista, al tiempo que bombardeadas, como ocurrió en Libia. Seguramente estaban más ocupados en alabar a esos "rebeldes", "rebeldes" que incluso partían desde Ceuta y conocía EL PAIS en el año 2012, denominándolos "guerreros", "luchadores de la fe" o "milicianos". Mientras se nos convencía, incluso con artículos escritos por los que acabaron devorados por esa "revolución", que de yihadistas nada, que eran unos señores demócratas.

Cuando ISIS empezó a aparecer en la prensa occidental y hasta el apuntador hablaba de ISIS, cuando algunos llevábamos meses denunciando sus tropelías, mientras EL PAIS les disculpaba por "decapitar" y tildaba sus asesinatos de "confusiones" y los twitteros pro-rebeldes sirios nos acusaban de intoxicadores, cuando no de mentirosos, escribí este artículo de rabia e información sobre la asquerosa postura occidental que llevaba tres años instalada con Siria. Volví a esperar a muchos de esos que mañana puede que salgan a la calle. No hubo nadie, más que los de siempre, aunque ya se advertía como algunos "reculaban" en su apoyo a los rebeldes sirios.

Cuando el principal financiador de los rebeldes sirios, incluídos los yihadistas, tanto de ISIS como de Al-Nusra, ARABIA SAUDÍ, hace ahora OCHO MESES, empezó a masacrar a la población civil de Yemen, no solo no escuché a aquellos que gritan "No a la guerra", sino que pese a las repetidas peticiones de internautas de que informasen en sus medios de comunicación, la respuesta fue siempre, el SILENCIO. Una guerra que lleva ya muchas víctimas civiles, en Yemen, alimentada por Arabia Saudi y apoyada, en todo momento, por Occidente. Ni una sola protesta se ha hecho por Yemen, pocos son los artículos dedicados a ella en la prensa española, a pesar de la masacre que supone. No nos importa, #JeSuisParis, pero no somos Yemen ni Siria, salvo cuando nos toca cerca. 

























Ahora, como si se cayesen de un guindo, algunos entonan el "NO A LA GUERRA". Y lo siento, pero hay varias consideraciones que hacer, además de las ya realizadas, tanto al manifesto como a la convocatoria.

1. Muchos de los firmantes han estado jaleando, cuando no apoyando, a los rebeldes sirios. De la misma forma que lo hacían las TV occidentales, pese a que ya en 2012 quedaba claro que la famosa oposición "moderada" era una pantalla usada por Occidente para dar cobertura a la desestabilización de Siria y, de paso, de Irak.


 

2. Este manifiesto surge tras los atentados de París. Es curioso, y a la vez, repugnante, lo hipócritas que somos. Mientras desde hace cinco años en Siria estalla un coche-bomba cada 7 horas, coches-bomba que la prensa occidental minimizaba (incluso llegando a culpar de ello a quien sufría el atentado de los, entonces, "rebeldes sirios"), aquí nos importaban un carajo las muertes de inocentes en Siria, los niños masacrados en Siria, los soldados del Ejército sirio que eran degollados en Siria. No había banderitas sirias para el Facebook ni de Siria, ni de Líbano, ni de Nigeria. Más bien, al contrario, éramos cómplices de ello, directa o indirectamente.


3. En ese manifiesto no se menciona, ni una sola vez, la responsabilidad de Occidente en lo que está pasando en Siria. Ni la nauseabunda alianza de Occidente con los patrocinadores de ISIS y demás grupos yihadistas, como son las petromonarquías del Golfo Pérsico como Arabia Saudi o Qatar, a los que, a falta de ser aliados, pese a ser países donde más ejecuciones se cometen mediante decapitación (en realidad, ISIS copia el código penal saudí). Ni tampoco la compra de petróleo por parte de Europa a Estado Islámico. Ni tampoco una triste mención a la guerra que extermina a la población civil en Yemen por parte de Arabia Saudi a una velocidad mucho mayor que en Siria. NADA. La ambigüedad es la más absoluta tónica.


4. Por supuesto, mi NO a este manifiesto no se debe a los motivos de los que piden guerra hoy como la pidieron en 2003, guerra que motivó la aparición de ISI (entonces no era ISIS) gracias a la financiación de nuestro querido aliado saudí. Mi no se debe a la ambigüedad, a una ambigüedad que pone en el mismo plano la injerencia occidental en Siria o los bombardeos occidentales que matan civiles pero que no causan problemas a ISIS (quizá por la "delicadeza occidental" a la hora de bombardear las fuentes de financiación) con la lucha LEGÍTIMA que tiene el pueblo sirio o las milicias kurdas de hacer la guerra y defenderse de una AGRESIÓN IMPERIALISTA que dura ya cinco años. O la ambigüedad de colocar en el mismo plano las intenciones occidentales (antes aliado de los que ahora son enemigos) con el papel ruso en la zona, solicitado de forma legítima por el Gobierno legítimo del país, que es el Gobierno de Assad.


Estos son los motivos por los cuales digo que NO EN MI NOMBRE al manifesto "NO en nuestro nombre". Yo prefiero no gritar NO A LA GUERRA, prefiero gritar otros gritos más consecuentes: NO A LA AGRESIÓN IMPERIALISTA DE OCCIDENTE Y SUS ALIADOS EN SIRIA Y YEMEN, NO A LA ALIANZA CON EL SANGUINARIO RÉGIMEN SAUDÍ Y QATARÍ, NO AL OPORTUNISMO ELECTORAL, NO A LA HIPOCRESÍA OCCIDENTAL Y NO AL PACIFISMO EQUIDISTANTE.

Por esa misma razón, por coherencia con lo que llevo años defendiendo desde aquí y por no traicionar a esa conciencia, mañana no asistiré a esa mascarada de manifestación.

¡Vivan los valientes pueblos de Siria y de Yemen!, que resisten a las agresiones desde hace muchos meses en un caso y cinco años ya en el otro.




He dicho.

10 nov 2015

La Novemberrevolution, la dualidad reforma-revolución en Alemania y la traición del SPD.


Es la parte de la historia más desconocida de la Alemania Contemporánea. Averguenza a unos y a otros. Sobre ella se ha cernido un manto de silencio: Los demócratas en general tienden a tapar como colaboraron en lo que después vendría. Los socialdemocratas no quieren hablar de la parte más turbia, sucia y repugnante de su pasado, aquel en el que reclutaron a sus enemigos ultraderechistas para vencer a los que, hasta hacía poco tiempo, eran sus compañeros de partido. Los comunistas en reconocer sus errores en la revolución alemana y la incapacidad para tomar el poder. Y los nazis sienten repugnancia en reconocer que la primera vez que practicaron el asesinato al disidente y bebieron sangre no fue a las ordenes de Hitler, sino bajo la dirección del Partido Socialdemocrata Alemán (Socialdemocratische Partei Deustchlands, S.P.D)

Es posible que si la Revolución Alemana (Die Novemberrevolution) hubiese triunfado y no hubiese sido apuñalada, quizá nunca hubiesen llegado Hitler y los suyos al poder. Ni los campos de concentración, ni Treblinka ni Auschwitz.... Nunca lo sabremos. Es Historia que no existe.

La Revolución Alemana.


La Revolución triunfa en Berlin: Alemania abría, de par en par, las puertas al socialismo. 9 de noviembre de 1918

Tras el estallido revolucionario en Kiel unos días antes, tras el amotinamiento de los marineros, la Revolución se extendió como un reguero de pólvora por toda Alemania. La antigua dictadura militar era derribada, izada la bandera roja del proletariado, constituidos consejos y el poder pasaba a manos de los trabajadores y los soldados. Fue avanzando y el 9 de noviembre la Revolución estalla en Berlin. Miles y miles de personas salen a la calle. Los soldados confraternizan con los trabajadores, la población civil pide la unión: "HERMANOS, NO DISPAREIS".



El Kaiser salía del país y con él, la monarquía alemana para siempre. Y Alemania abría, de par en par, las puertas a los aires del socialismo. Los trabajadores parecían acariciar el poder con los dedos. Sin embargo, la cúpula del Partido Socialdemocrata, que ya había sido llevada a los ministerios del moribundo II Reich tras la dimisión "sospechosa" de Luddendorff antes de la Revolución, trabajaba ya para aplastar la Revolución que, por paradojico que parezca, acababa de llevarles al poder sin hipotecas ni concesiones. Sin el aval de los poderosos.

De noviembre a enero

Durante ese tiempo, hubo un constante tira y afloja. Los socialdemocratas, con miedo a perder y ser rebasados, aceptaron un gobierno de Comisarios del pueblo donde había miembros del USPD (socialdemocratas de izquierdas), que nace el 10 de noviembre de 1918.




Los tres grupos socialistas presentes en la Revolución Alemana eran

SPD (socialdemócratas): Sus masas son las que hacen la revolución, pero los dirigentes traicionan a esta. Se conforman con una democracia burguesa donde poder alternarse el poder con partidos de derechas. Sus lideres eran: Ebert, Scheidemann y Noske

USPD (Socialdemócratas de izquierda): Antiguos miembros del SPD descontentos con la linea cada vez más reformista y burguesa del SPD y descontentos con el papel del SPD apoyando al Reich en la guerra de 1914-18. Aspiran a consolidar el socialismo (en teoria) pero defienden una república democratica con consejos.

Liga Espartaquista (Comunista, futuro KPD): Aspiran a consolidar la Revolución mediante los consejos de obreros y soldados y a la toma del poder por la clase trabajadora y, por tanto, rechazan la actitud del SPD.


Cartel de la Liga Espartaquista.


Escena de la película Rosa Luxemburgo, discurso de Liebknecht el 9 de noviembre

La revolución crea, pese al rechazo del SPD, Consejos de Obreros y Soldados en toda Alemania, que tratan de ejercer el contrapeso y el impulso a la revolución. Esos consejos, muchas veces compuestos por gente del SPD, eran rechazados tanto por el SPD como por la burguesía alemana. Veían en ellos la posibilidad de adoptar un camino similar al ruso y un estorbo para consolidar una democracia burguesa. La burguesía, un elemento de esa "repugnante chusma roja"

Mientras esto pasa, Ebert llega a dos pactos: El primero es el pacto con la patronal alemana, mediante el cual se consiguen mejoras temporales para los trabajadores para evitar la Revolución social (40 horas laborales, derecho laborales, sindicatos, etc). Y el segundo es secreto: Ebert pacta con el Alto Mando del Ejército (del Ejército Monárquico, aun existente), general Groener, poner a disposición del SPD a soldados que aplasten la revolución y consoliden el triunfo y las tesis del SPD. A cambio de ello, Ebert mantendrá a los funcionarios, militares y altos cargos del Ejército que lo habían sido del Reich Aleman. Y se comunicarán a través de una linea telefónica secreta que existía entre la Cancillería y el Cuartel General del Ejército de los pasos a seguir: Es la semilla de los Freikorps y los crímenes de enero de 1919.

Caricatura del Pacto Ebert-Groener: Hablo a los obreros y luego pacto contra ellos.


Groener y Ebert. 1922

Ebert estaba dispuesto a aplastar la Revolución y los consejos. De momento no se sentía fuerte. Pero para ello, debía liderarla. Y al hacerlo, la derecha y los militares de alto rango siempre le vieron como un revolucionario más. Por sorprendente que parezca, la dirección del SPD no veía enemigos a esos monárquicos y ultranacionalistas que les detestaban. Solo veía enemigos a esos antiguos compañeros que ahora querían ir más allá (Rosa Luxemburgo, a la que ordenó matar, había sido su profesora).


Friedrich Ebert lider del SPD y responsable de la sangria de enero de 1919

Cuando los soldados regresaron del frente tras firmarse la paz con la Entente, creyó que había llegado el momento de meter en vereda a los consejos y a los espartaquistas. Pero esos soldados, hartos de la guerra, deseaban volver a sus casas. Aun no había llegado el momento y los revolucionarios aun tenían fuerza. La revolución alemana, pese a todo, había sido pacífica: Se izaban banderas rojas, se humillaba a los oficiales, y se constituían Consejos. Pero no hubo víctimas. Los antiguos funcionarios siguieron trabajando como si nada hubiera pasado. La respuesta de la contrarrevolución sería despiadada.



Propaganda antisocialista y para reclutar a los Freikorps





Propaganda antibolchevique distribuida en 1918

La batalla de Navidad y el surgimiento de los freikorps

A principios de diciembre, una manifestación de soldados revolucionarios había sido tiroteada por oficiales. Resultaron muertos varios de esos soldados. Fue la carta de presentación de unos nuevos "militares". Nadie fue juzgado por ello.

Mientras todo esto pasaba, estaban regresando también soldados y oficiales del Ejército que, a diferencia de muchos soldados que apoyaban la Revolución, no tenían ninguna simpatía por esta, la odiaban y deseaban que todo volviese a su antigua forma. De estos soldados, el SPD y los comisarios del pueblo del SPD, fueron reclutando, con ayuda de Groener, a los FREIKORPS. Eran soldados rabiosamente nacionalistas alemanes, profundamente anticomunistas y que detestaban a los políticos que tenían el poder en Berlin: "Los criminales de Noviembre", para ellos. Muchos de ellos acabarían en el partido nazi en el futuro. De hecho, algunos, llevaban ya la esvástica en sus cascos en 1919.


Cascos usados por los Freikorps en 1919


Llamamiento para reclutamiento de Freikorps, 1918

A finales de mes, a los miembros de la Volskmarinen División, una unidad de élite de la Revolución, el comisario del SPD les retuvo los sueldos. Los marineros se presentaron y cercaron la Cancilleria exigiendo soluciones, y finalmente fueron respondidos por los soldados del Gobierno del SPD, que intentaron desalojarles del edificio que ocupaban. En medio de la batalla, empezaron a llegar civiles que se pusieron de parte de los marineros. La batalla se saldó con la victoria de los marineros y la rendición de los soldados afines al Gobierno.

Ebert y los altos mandos del Ejército creyeron que era el fin, que nada se podía hacer. Hubo 30 muertos en la refriega. Los consejeros del USPD, que llevaban desde noviembre, dimitieron como protesta. Llevaban ya tiempo siendo un cero a la izquierda porque los antiguos funcionarios solos servían a Ebert. Al salir del Consejo de Comisarios, le dieron a Ebert el triunfo más inesperado. Ahora podía nombrar a nuevos consejeros, todos del SPD. Se convocaron elecciones parlamentarias para el 19 de enero y el nuevo Consejero de Defensa, Noske, empezó a reclutar nuevos Freikorps para aplastar la Revolución. Como él mismo dijo "Alguien debe ser el perro sanguinario".

Miembros de la División de Marina, los vencedores de la crisis de Navidad, guardia de élite de la Revolución


Gobierno de diciembre de 1918: Ya no es Consejo de Comisarios del Pueblo, sino Gobierno del Reich, todos del SPD.

El levantamiento de enero y el aplastamiento en sangre definitivo de la Revolución por el SPD y los Freikorps

Noske estaba reclutando Freikorps para iniciar el asalto a Berlin y a otras ciudades. La destitución de un jefe de policia llevó al USPD, miembros de los consejos y a los espartaquistas a liderar una protesta que derivó en insurrección. Se convocaron masivas manifestaciones, se creó un comité revolucionario y se ocuparon algunos puntos neurálgicos de Berlin junto a las redacciones de algunos periódicos burgueses y el Vorwarts (periódico del SPD)


Obreros y soldados espartaquistas defienden el Vorwarts, enero de 1919


Combates callejeros entre tropas del Gobierno del SPD y Espartaquistas. Enero de 1919.


Miembros del Freikops Epp, 1919.

La toma del Vorwarts sirvió al Gobierno del SPD para dar la orden definitiva, ahora que se sentía fuerte: La Revolución debe ser aplastada sangrientamente en Berlin. Todos los diarios berlineses de derechas y de centro apoyaron al SPD, exagerando "excesos" espartaquistas.

Durante varios días se sucedieron los altercados. Al final, el Vorwarts fue rendido. Incluso un general de la vieja escuela que tomó el edificio quiso saber, a ciencia cierta, que hacer con los prisioneros. La orden de Noske (SPD) fue clara: "¡Fusiladlos a todos!". Un oficial fue apaleado por sus propios soldados al agradecer a los espartaquistas, ahora presos y rápidamente asesinados a culatazos, el trato recibido durante el tiempo que había sido rehen.


Noske pasando revista a los Freikorps enero 1919


Freikorps en Berlin, 1919

Todo aquel espartaquista que era capturado, era inmediatamente asesinado. Los Freikorps entran el 11 de enero en Berlin y comienzan a recuperar edificios y son recibidos con regalos y flores en el Oeste de la Ciudad (zona burguesa y noble) mientas comienza el baño de sangre.


Pilas de cádaveres de espartaquistas asesinados por los Freikorps, Berlin, 1919


Comunista alemán espera su fusilamiento de la mano de los Freikorps, 1919

La Liga Espartaquista se había transformado en el KDP, el Partido Comunista Aleman, el 31 de diciembre de 1918. Liebknecht y Rosa Luxemburgo, sus lideres, fueron capturados por un Freikorps, asesinados a culatazos y lanzados al canal del río el 15 de enero de 1919. Ambos eran los líderes más brillantes del movimiento socialista aleman y habían comprendido, desde el primer momento, la traición de Ebert a la Revolución. Años más tarde, su asesino, Pabst, en 1960, reconoció haber recibido la orden de Noske de asesinarlos.

Karl y Rosa, asesinados por los freikorps el 15 de enero de 1919

Rosa Luxemburgo, desde su periódico Die Rothe Fahne, dejó escrito antes de su muerte, su epitafio: "El Orden Reina en Berlin", denunciando la brutalidad socialdemócrata y burguesa que ella misma probaría horas después.

Tras ello, los Freikorps avanzaron por toda Alemania con el mismo método: Ocupar la ciudad, desposeer de su poder a los Consejos de Obreros y Soldados y fusilar a sus miembros y aquellos simpatizantes de la revolución, en ocasiones, incluso, a militantes del propio SPD con la aprobación de la cúpula del SPD en Berlin. También en Baviera, donde los Consejos habían resistido todo este tiempo.

La Revolución era ahogada en sangre por unos soldados que no ocultaban ya su anticomunismo, su carácter ultraderechista y su simpatía por las ideas pangermánicas. De hecho, llevaban en sus casos algunos, incluso, simbolos distintivos de su cáracter, como la calavera o la esvástica.




Resultados de las elecciones, tras el aplastamiento de la Revolución


La Revolución había sido liquidada: Las elecciones se celebraron el 19 de enero de 1919 y el SPD las ganó sin mayoria y formó Gobierno con el Zentrum Catolico y los Liberaldemócratas. Todas las conquistas fueron cayendo hasta que en 1920 los Freikorps, suficientemente fuertes, creyeron que era la hora de tomar el poder: Fue el Golpe de Estado de Kapp de 1920.

Todos los altos funcionarios, oficiales de policia, militares a los que el SPD había defendido de la Revolución, se pusieron del lado de los militares golpistas. O bien dudaron, con la conocida frase de un militar a Noske: "la Reichswehr no dispara contra la Reichswehr". El Gobierno se vió solo, y obligado a huir a Sttudgart. Antes de hacerlo, los ministros del SPD decidieron recuperar el lenguaje revolucionario y convocar una huelga general, algo a lo que se negaron los miembros del Zentrum y el DDR.


Miembros de Freikops sublevados, tras la toma de Berlin en 1920

A pesar del recuerdo de las masas del SPD y el KPD a las traiciones de Ebert, la huelga, el 14 de marzo de 1920 fue total. Los golpistas no pudieron ni sacar un comunicado. Alemania entera se paralizó y el golpe se ahogó. Y el SPD, poco tiempo después, reconciliado con los golpistas, volvió a mandar a esos golpistas a sofocar a aquellos soldados y obreros que se habían opuesto militarmente al Golpe de Kapp (Ejército Rojo del Ruhr), con un saldo de casi 5000 asesinados. Por muy paradójico y surrealista que parezca, como muchos de los actos de este periodo.


Soldados del Freikorps posan junto a los soldados abatidos del Ejército Rojo del Ruhr, 1920

Poco después, se celebraron el elecciones y el SPD perdió 5 millones de votos. La enemistad entre KPD y SPD determinó que Hitler llegase al poder en 1933. Y todo lo que vino después. La revolución, que podía haber evitado todo eso, fue ahogada en sangre por los mismos que habían sido llevados al poder por ella. Y para ello, los socialdemocratas no dudaron en reclutar a los más sanguinarios militares ultraderechistas que luego formarían parte de las SA y las SS. Y burgueses, como el judio Rathenau no dudaron en financiar a los Freikorps, a pesar de que él mismo fuese después asesinado en un atentado por ellos.



La burguesía alemana había vencido. La Revolución había sido aplastada. Y con esa tesitura, a Weimar ya no le quedaban apoyos: Ya nada podía detener al nazismo y a Hitler, solo era cuestión de tiempo. En 1918 la pregunta en Alemania era ¿Qué tipo de Revolución?. En 1919 sería ya ¿Revolución o Contrarrevolución? Finalmente, en 1933 ¿Qué tipo de contrarrevolución? Nada de esto hubiera sucedido si la socialdemocracia no hubiese, como siempre, apuñalado a sus teóricos defendidos para ayudar a aquellos a los que siempre defiende: Y en este caso incluso al precio de someter a Alemania a un baño de sangre, donde bebieron por primera vez muchos futuros nazis. No bajo mando del Führer, desaparecido en 1919, sino bajo el mando de Gustav Noske, el socialdemócrata que armó a los nazis para mantener su frágil poder.

Extraído de aquí

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